Historia del tatuaje y el piercing

Si conocemos la historia del tatuaje, podemos afirmar que es una práctica que ha acompañado al hombre a lo largo de la historia. No es una práctica reciente, ni mucho menos, a día de hoy sabemos que los neolíticos se tatuaban. ¿Increíble, verdad?

En un glaciar de los Alpes, dos alpinistas encontraron la momia de un cazador del 3.300 a.C. Ötzi, que así se llama el amigo, estaba tatuado en la muñeca izquierda, la espalda y las piernas.

Historia del tatuaje

Se cree que estos tatuajes habían sido realizados como un tratamiento curativo para aliviar los dolores de artritis que sufría y consisten en varias líneas paralelas sin formar un dibujo reconocible. ¿Qué esperabas, un “amor de madre” tipo tatuajes old school o algo así?

tatuajes de otzi

Pero antes de Ötzi hubo otros que pasaron por el estudio de tatuajes antes que él, en Perú se encontró una momia de entre el 7.000 y el 1.500 a.C con un pequeño bigote tatuado sobre su labio superior. El primer hípster de la historia. 😉

tatuajes de la momia Otzi

El tatuaje fue evolucionando a lo largo de la historia. Hoy en día los tatuajes son accesibles para hombres y mujeres, pero en Egipto el tatuaje tenía una función mágica y espiritual y estaba reservado para las mujeres, concretamente para las sacerdotisas.

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Historia del tatuaje en el Lejano Oriente

tatuaje japones tradicional

Durante el siglo X a.C el tatuaje era utilizado en Japón como identificativo para los delincuentes, si “te pillaban” te marcaban los dos brazos, desde el codo a la muñeca, con el objetivo de que los tatuados fueran identificados y repudiados por la sociedad. Pero estos delincuentes con tatuajes tan originales, decidieron empezar a redecorar su cuerpo con diseños de tatuajes mucho más elaborados y con connotaciones mágicas. Es aquí donde nace la tradición entre los miembros de la mafia japonesa o Yakuza de tatuarse. Que terminan desembocando en los actuales tatuajes japoneses

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Actualmente Japón es una de las culturas con más tradición en el tatuaje habiendo desarrollado incluso un diseño de tatuaje propio y muy característico. (Es algo increíble teniendo en cuenta que en 1842 el emperador Mutsuhito prohibió tatuarse)

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El origen de los tatuajes llegan la llegada por mar a Occidente

Los viajes a la Polinesia del capitán James Cook fueron el comienzo de los tatuajes en Occidente. Los diseños de tatuajes polinesios en hombres y mujeres comenzaban en la pubertad y se utilizaban para expresar la jerarquía social, la pertenencia a una familia y la madurez sexual. Estos tatuajes se hacían con una especie de peine tallado en hueso con las puntas muy afiladas que se golpeaba con un palo. Es aquí donde surge la palabra tatuaje, ya que el sonido que hacía el mango del peine al ser golpeado era algo similar a “tau-tau”.

Historia de los piercing

Es difícil concretar que civilización fue la primera en perforarse, a lo largo de la historia han sido muchas las culturas que por unos u otros motivos han colocado piercings en sus cuerpos hasta llegar al día de hoy.
Normalmente se atribuye a los esquimales el honor de ser la primera cultura en poner en práctica el piercing. Es común entre estos colocar piercings medusa o piercings labret (parte superior e inferior de la boca respectivamente) al cumplir la mayoría de edad para indicar el paso de la infancia a la edad adulta. Aunque se tienen indicios de que los miembros de la realeza egipcia colocaban anillos en sus ombligos como una práctica de belleza que tan sólo podía practicar la nobleza.

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También son muy conocidos a nivel global los tipos de piercing empleados en tribus africanas, principalmente entre las mujeres que deforman la cavidad bucal o los lóbulos de las orejas, con motivos diversos como el de señalar el paso a la pubertad, consolidar el matrimonio o como preparación para una guerra.

En la India muchas mujeres perforan su nariz en la infancia antes de ser casadas, son sus abuelas las que se encargan tradicionalmente de esta labor, que a día de hoy se ha convertido en una costumbre cultural que en su origen era realizada para demostrar la sumisión de la futura esposa a su marido.

El piercing como sinónimo de nobleza

La aplicación de piercing entre los miembros de la nobleza no se limita a las tribus aborígenes, entra los miembros de la aristocracia europea del siglo XIX es común encontrar referencias a piercings como elemento decorativo principalmente entre las mujeres jóvenes, que perforaban sus pezones y sus ombligos con más frecuencia de la que podríamos imaginar.

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Príncipe Alberto: Un piercing con nombre propio

El Príncipe Alberto de Sajonia, marido de La Reina Victoria da su nombre a un tipo de piercing colocado en el pene. ¿Y a qué se debe tal honor? Según se rumoreaba en la época el Príncipe Alberto colocó un anillo en la parte del glande para poder “camuflar” el desproporcionado tamaño de su principito. Los pantalones que llevaba eran demasiado ajustados y mediante un anillo que enganchaba a la parte posterior de su indumentaria podía esconderlo y evitar que se marcara.
Aunque no hay datos con los que se pueda verificar este dato, la leyenda fue muy popular en la época. Con el paso del tiempo quedó en el olvido hasta que los años setenta los desarrolladores de este tipo de piercing inventaron varias historias en torno a los piercing genitales. Esta en concreto causó bastante impacto en la sociedad americana de los 70 por lo que actualmente a este tipo de piercing se le conoce como “Príncipe Alberto”