¿Cuánto duele tatuarse? La pregunta que todos nos hemos hecho
Es una de las normas no escritas del tatuaje: “Cuando hables con alguien de tatuajes (siempre que sea ajeno a este mundo), en algún momento de la conversación te hará la famosa pregunta: Pero… ¿Duele tatuarse?» Y es cierto que es una de las preguntas que todos nos hemos hecho, o que nos han hecho alguna vez.
Hay mucha gente que no se ha tatuado por miedo al dolor, aunque ese tatuaje sea importante para ellos, o simplemente le dan vueltas con frecuencia y les gustaría dar el paso.
Por eso vamos a tratar este asunto con pelos y señales, para que puedas tomar la decisión conscientemente y pierdas el miedo a la aguja.
¿Duele hacerse un tatuaje?… Depende
¡Vaya respuesta! Tranqui, no te estamos tomando el pelo, ni nos hemos puesto en plan relativo. Es que a la pregunta ¿duele hacerse un tatuaje? No se puede responder otra cosa, desconfía del que te diga que sí y del que te diga que no, porque en uno u otro caso no están siendo totalmente sinceros, o no tienen la suficiente información. Como dijo Jack el destripador, vamos por partes.
Hay lugares donde tatuarse es más doloroso
Y esto es así, seas hombre, mujer, blanco, negro, rubio, pelirrojo o de Marte… Hay zonas del cuerpo donde hacerte un tatuaje será más doloroso, así que si tu vecino se ha hecho un tatuaje en las costillas y le preguntas ¿duele hacerse un tatuaje? Te mirará con cara de perrito abandonado en la gasolinera, apretará los labios y te dirá tartamudeando “Un poco”…
Sin embargo si tu amiga se ha hecho un tatuaje pequeño en el brazo y cuando te lo enseña super ilusionada tú la preguntas ¿Oye, y cuánto te ha dolido hacerte ese tatuaje? Soltará una leve carcajada y dirá “No duele”
Pues ambos te están dando la información incompleta, no te están engañando (bueno, el del tattoo en las costillas es un poco fanfarrón) lo que ocurre es que han vivido experiencias distintas, entre ellas que hay partes del cuerpo donde tatuarse es más doloroso y no duele lo mismo un tattoo pequeño que uno grande.
Echa un vistazo a esta infografía que hemos preparado para que tengas claro las zonas más dolorosas y aquellas en las que “casi” no duele tatuarse.
El motivo de estas partes del cuerpo donde tatuarse es más doloroso se debe a varios factores.
Para empezar es muy importante la cantidad de grasa que tenga la zona, a menor cantidad de grasa mayor dolor. Cuando nos tatuamos en una zona en la que hay poco o ningún tejido blando, ya sea grasa o músculo, el golpe que realiza directamente sobre el hueso (tranquilo, no te pincha el hueso, ni mucho menos, la aguja sólo entra unos milímetros en la piel) por lo que al no haber tejido blando o grasa que amortigüe el pinchazo el tatuaje será más doloroso.
Para que sepas cómo funciona una máquina de tatuar, echa un vistazo a este vídeo en el que captan el movimiento de la aguja a cámara lenta. Pero no te quedes aquí, hay varios factores más que te interesa conocer.
Alucinante el vídeo ¿verdad? Continuemos…
El tamaño importa (al menos a la hora de tatuarse)
Aparentemente si te decimos que un tatuaje grande duele más que uno pequeño, puede parecer que estamos diciendo algo obvio, pero hablamos de ser consecuente, y muchas veces cuando nos vamos a tatuar por primera vez no lo somos, bien sea por falta de información o porque somos unas “cabras-locas”
Normalmente cuando te tatúas por primera vez, tienes rondando en la cabeza la pregunta ¿Cuánto me dolerá el tatuaje? Por eso es aconsejable que si vas a dar el paso tengas en mente hacerte un tatuaje pequeño y en una zona con bastante tejido blando, como la parte externa del brazo o los laterales de los muslos.
No todo el mundo soporta el dolor igual
Quizás esta sería la mejor respuesta ante la pregunta ¿Duele hacerse un tatuaje? Ya que aquí no hay que pensar en agujas, dermis, velocidad de inyección o zonas con tejido blando, es todo mucho más simple: Hay gente que soporta mayor intensidad de dolor que otra. No se puede dar muchas más vueltas respecto a este asunto, pero sí que podemos aportar un par de casos reales que hemos vivido con respecto a las zonas de dolor del tatuaje y la tolerancia de cada persona.
Una historia sobre el dolor de los tattoos
Hace años acompañé a un amigo a un estudio a tatuarse, este amigo en cuestión fue el que me inició en el mundo del tatuaje y al que debo gran parte del amor que tengo hacia este arte. Bien, el llevaba como tres años tatuándose (comenzó muy joven, tatuándose un dragón en la mitad de la espalda; gran error) con los años había acumulado un gran número de tatuajes en su piel y durante una etapa de su vida tuvo una especie de adicción a la tinta, haciéndose casi dos tatuajes al mes.
A lo que iba, nos presentamos en el estudio, conocíamos al tatuador de hace tiempo, teníamos el diseño (un cuervo muy chulo) preparado y la zona (las temibles costillas). Durante la semana previa al tattoo estuve tratando de quitarle la idea de tatuarse esa zona, ya que es una de las más dolorosas, pero él estaba seguro y quería hacerse el pajarraco en el costillar, así que allí fuimos. Al ser un tatuaje bastante grande el tatuador le aconsejó hacerlo en dos sesiones, pero mi amigo es tozudo como el sólo y prefirió aguantar. Yo estuve esperando a que al cabo de una hora saliera con el tatuaje a medio hacer, pero no fue así. Al cabo de bastante tiempo salío envuelto en papel film, con un pedazo de cuervo que ocupaba todas las costillas y una sonrisa como la del soldado que vuelve de la batalla.
Cuando volvíamos a casa me dijo que sorprendentemente no le había dolido tanto pese a que al cabo de media hora había comenzado a sentir un dolor cada vez más intenso, pero estaba convencido de que podía aguantar. Lo que me sorprendió es que meses después le acompañé de nuevo a tatuarse, esta vez el pecho, un tatuaje old school de golondrinas, que ya tenía empezado y que nunca había terminado porque no soportaba el dolor. Confiado tras la experiencia con el cuervo, se tuvo que tragar las lágrimas cuando apenas llevaba diez minutos tatuándose, y a día de hoy cuando lo recordamos, todavía afirma que es el tattoo que más dolor le ha producido.
A lo que voy con esta historia es que seguramente el tatuaje del cuervo fue más doloroso, pero lo aguantó porque estaba convencido de tatuarse esa zona, sin embargo las golondrinas las tenía atravesadas desde hacía tiempo y ya estaba predispuesto a que lo iba a pasar mal.
Por eso si te podemos dar un consejo es que te tatúes totalmente convencido y vayas tranquilo, el estado anímico con el que afrontes los pinchazos puede influir y mucho.